Workshop sobre Modelos Macroeconómicos para Economías Pequeñas y Abiertas

Los días 20 y 21 de mayo de 2021, el BCRA organizó un workshop sobre “Modelos macroeconómicos para economías pequeñas y abiertas”, en el que se presentaron cinco maneras distintas de formalizar el comportamiento de una economía pequeña y abierta a los flujos de comercio y capital: un modelo de economía dual con heterogeneidad estructural, un modelo dinámico y estocástico de equilibrio general (DSGE), una formalización de tipo súper-multiplicador, un modelo de inspiración kaldoriana restringido por balance de pagos y, finalmente, un modelo Stock Flujo Consistente (SFC).

Respetando el orden de exposición, participaron del Workshop: Arslan Razmi (Universidad de Amherst), Mariana García Schmidt (Banco Central de Chile), José Luis Oreiro (universidad de Brasilia), Fabio Freitas (Universidad de Rio de Janeiro) y Gabriel Michelena (BCRA).  Por su parte, participaron como comentaristas de los trabajos, también respetando el orden de intervención: Emiliano Libman (Universidad de Buenos Aires, Conicet), George Mc Candless (BCRA), Gabriel Porcile (CEPAL), Florencia Medici (Universidad de Moreno), Lucas Texiera (Universidad de Campinas) y Sebastián Valdecantos (Universidad de San Martín).

El programa del Workshop puede descargarse aquí y los videos con las exposiciones y comentarios se encuentran disponibles en la página YouTube del BCRA (enlace 1, enlace 2). En este posteo se presenta un breve resumen de cada uno de los cinco trabajos discutidos en el taller.

El primer día se presentaron dos trabajos. El primero de ellos fue el de Arslan Razmi, y se titula “Cantidades y precios relativos en economías en desarrollo pequeñas y abiertas”. El trabajo utiliza un marco analítico simple para discutir la determinación del producto sectorial y los precios relativos de una economía en desarrollo pequeña y abierta. El modelo formaliza una economía dual, en la que existe un sector tradicional que produce bienes no transables, y un sector moderno que produce bienes comerciables internacionalmente. El marco analítico propuesto tiene como antecedentes el tradicional modelo de dos sectores de “economía dependiente” desarrollado por Swan en la década del sesenta, aunque con un mercado laboral dual, con excedente de trabajo sub o informalmente empleado en el sector tradicional, a la Lewis. Dicho marco es utilizado para formalizar distintas cuestiones vinculadas al crecimiento económico de una economía abierta, tales como el conflicto distributivo, la restricción externa, el comportamiento de la cuenta capital del balance de pagos, el descubrimiento de recursos naturales, shocks de términos de intercambio, los fenómenos de enfermedad holandesa y cuellos de botella del lado de la oferta.

El segundo trabajo fue presentado por Mariana Schmidt (en coautoría con Benjamín García, del Banco Central de Chile) y se titula “Evolución y uso de modelos estructurales en el Banco Central de Chile”. El trabajo presenta el modo en que el Banco Central de Chile elabora y utiliza modelos en una economía pequeña y abierta. Tal como ocurre en distintos Bancos Centrales, el Banco de Chile se basa en una amplia variedad de modelos con diferentes fines (pronóstico, análisis de los principales mecanismos de transmisión, simulación de trayectorias de la economía frente a diversos escenarios de política, etc.). El principal modelo estructural para la toma de decisiones de política es el XMAS, un DSGE nuevo keynesiano con una variedad de sectores, fricciones y capaz de acomodar numerosa clase de shocks. Sin embargo, a medida que la economía evoluciona y se producen cambios en su estructura productiva, se plantea la necesidad de contar con nuevas herramientas para responder a preguntas que también evolucionan y cambian de manera continua. En este sentido, el enfoque adoptado por el Banco de Chile es el de incluir en el modelo XMAS aquellos cambios que se consideran cruciales para responder a muchos de estos nuevos interrogantes. Un ejemplo de ello es el rol crecientemente relevante que tienen los fenómenos de migración sobre la dinámica agregada y el funcionamiento del mercado de trabajo en Chile. También la necesidad de modelar más precisamente los factores comunes que determinan el comportamiento de los precios externos, cuya dinámica es crítica para una economía exportadora de commodities, como la chilena. De todos modos, para afrontar problemas particulares, la estrategia en muchos casos consiste en crear modelos “satélite”, que evitan complejizar excesivamente al modelo estructural principal. Dos problemáticas abordadas de esta forma son: a) cuestiones intergeneracionales vinculadas con el sistema de pensiones (tratadas en un modelo OLG) y b) la desagregación entre transable y no transables, para estudiar los impactos inflacionarios en diferentes sectores derivados de los movimientos del tipo de cambio nominal.

El segundo día del workshop se presentaron tres trabajos. El primero de ellos, presentado por José Luis Oreiro (en coautoría con Luciano Dias de Carvalho, Luciano Ferreira Gabriel y Evaldo Henrique da Silva, todos de la Universidad Federal de Viçosa) y titulado “Política monetaria, tipo de cambio real y cambio estructural en un modelo kaldoriano con restricción de balanza de pagos”, se propone mostrar cómo las decisiones de política monetaria pueden tener una influencia persistente en la estructura productiva de una economía pequeña y abierta. Para ello, se apela a una serie de hipótesis de comportamiento que capturan los efectos de histéresis de una baja tasa de crecimiento efectiva sobre el crecimiento potencial de la economía, así como la idea de que la industria manufacturera es uno de los principales motores del crecimiento. En línea con el enfoque Neo-desarrollista, se sostiene que la política monetaria puede impulsar el cambio estructural, contribuyendo a que el tipo de cambio real oscile alrededor de su valor de equilibrio “industrial”, i.e. el valor que permite a la industria obtener un nivel normal de rentabilidad, y exportar su producción. En particular, se sostiene, la política monetaria —conducida bajo un esquema de metas de inflación “flexible” (donde el objetivo del Banco Central es alcanzar una cierta meta inflacionaria pero también estabilizar el nivel de producto)— puede afectar el sendero de crecimiento de largo plazo y el ritmo de progreso tecnológico. El corolario es que —en línea con las hipótesis estructuralistas de la macroeconomía del desarrollo— no es posible separar la conducción de la política macroeconómica de las consideraciones asociadas al desarrollo de largo plazo.

El segundo trabajo fue presentado por Fabio Freitas (y escrito en coautoría con Esther Dweck y Fernando Ligiéro, de la Universidad de Río de Janeiro) y se titula “Composición de la demanda autónoma y política fiscal en un modelo súper-multiplicador de simulación”. El trabajo examina cómo la composición de la demanda autónoma influye en los efectos de la política fiscal sobre el desempeño de la economía. Sobre la base de un modelo super-multiplicador aplicado a una economía abierta y pequeña, se examina la trayectoria diferencial de dos economías “hipotéticas” caracterizadas por parámetros estructurales alternativos, pero cuyas autoridades gubernamentales siguen la misma regla fiscal de política (v.gr una meta de superávit estructural de 2,5% del PIB). La principal diferencia entre ambas economías es que la primera de ellas se caracteriza por una participación elevada del gasto público en la demanda autónoma total, mientras que la segunda tiene una mayor participación de las exportaciones.  El principal resultado de los ejercicios de simulación es que el factor determinante de la trayectoria diferencial (tanto en la tasa de crecimiento económico como en el cociente deuda/PIB) está dado por la importancia del gasto gubernamental en el gasto autónomo total. De este modo, la misma regla fiscal de superávit estructural causa trayectorias disímiles en las tasas de crecimiento. En el primer caso, se observa una tasa de crecimiento mucho más baja, y una política de austeridad que no logra estabilizar la relación deuda-producto. En contraste, en la economía con menor participación del gasto público, se verifica una mejor performance de crecimiento y una trayectoria virtuosa del nivel de deuda en relación al producto. La explicación de este resultado está asociada al efecto “perverso” que la regla fiscal tiene en el caso de la economía con mayor participación gubernamental en el gasto autónomo total: en un modelo de crecimiento liderado por la demanda, el esfuerzo de austeridad repercute negativamente en la tasa de crecimiento, lo que termina deprimiendo la tasa de crecimiento potencial.

Finalmente, Gabriel Michelena presentó un trabajo titulado “Un modelo dinámico stock-flujo para la economía argentina”.  El trabajo desarrolla un modelo stock-flujo dinámico estimado y calibrado para la economía argentina. Los modelos stock flujo consistentes están caracterizados por la utilización de matrices de contabilidad social (SAM), lo que les permite realizar una desagregación de la cuenta capital y de los instrumentos financieros de diferentes sectores institucionales; y les otorga consistencia contable, ya que la SAM contiene las principales transacciones del sector real, así como los flujos monetarios entre las distintas instituciones: hogares, empresas, bancos, gobierno, banco central y el resto del mundo. El marco analítico propuesto permite, de este modo, realizar una serie de ejercicios contra factuales para evaluar diferentes modificaciones a la política fiscal, tributaria, monetaria y comercial. En particular, el modelo fue elaborado con el objetivo de realizar proyecciones de mediano plazo sobre los principales flujos y stocks de la economía argentina. Al mero efecto de ilustrar las características principales del marco analítico propuesto y destacar las posibilidades que éste ofrece a fin de emular diferentes escenarios bajo cierres fiscales, monetarios y cambiarios alternativos, en el trabajo se presentan simulaciones bajo dos escenarios: uno, definido como BAU o bussines as usual, con tipo de cambio fijo y una dinámica de endeudamiento externo elevado; el otro, caracterizado por una política de flotación cambiaria y en el que la política activa de tasas permite evitar una dolarización continua de los portafolios.

Las versiones finales de los trabajos serán publicadas en una edición especial de la Revista Ensayos Económicos, en el segundo semestre de 2021. 

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